Edad
La mayoría de roturas de tendón ocurren en personas de edad mediana y adulta cuando las fuerzas aplicadas al tendón exceden la tolerancia del mismo.
A medida que envejecemos existe un deterioro fisiológico donde existe debilitamiento de la estructura tendinosa y perdida de función. A nivel celular, con la edad la actividad y la actividad de los tenoblastos disminuye.
Por otro lado, con la edad existen cambios en la vascularización del tendón donde existe una reducción de aporte sanguíneo.
Es una enfermedad multisistémica causada por una excesiva liberación de la hormona paratiroidea al torrente sanguíneo. Las consecuencias de esta excesiva liberación son valores sanguíneos anormales de calcio y fosfato.
Estos aumentos de depósitos de calcio implican manifestaciones como la condrocalcinosis donde se acumulan cristales de pirofosfato cálcico en el cartílago articular, o tendinopatias calcificantes, provocando así dolor.
Existe relación entre las tendinopatias y grandes líquidos de ácido úrico. La respuesta inflamatoria provocada por la interleucina 1-beta puede interferir en la homeostasis de los tendones.
La diabetes puede provocar deficiencias a nivel vasculo-nervioso pudiendo afectar la función del tendón. En la diabetes mellitus, los productos finales de la glicacion, que son directamente proporcionales al nivel de glucosa en sangre actúan sobre los tendones provocando la degeneración y la formación de tejido fibrótico.
El aumento de peso intensifica el estrés en los tendones. Además, los pacientes con obesidad presentan alteraciones sistémicas que pueden aumentar el riesgo de rotura. Los adipocitos producen factores como quemerina (proteína 2) y leptina que afectan a la función mesenquimal de las células, de este modo también la remodelación del tejido.
Accidentes de tráfico o laborales pueden provocar cortes a nivel estructural. Por otro lado, un excesivo estrés como levantar un peso o acelerar en un sprint puede provocar la rotura.
Las rupturas tras levantar un peso o tras realizar una arrancada en futbol o baloncesto solamente ocurren en tendones degenerados, nunca en sanos.
Estos tendones han sufrido anteriormente lesiones de sobrecarga como tendinopatias recurrentes los cuales han ido provocando microtraumatismos en el tendón, provocando cambios a nivel estructural y por ende debilitamiento del mismo.
Finalmente ese último peso que hemos levantado ha sido el remate final para provocar la rotura completa. Los factores que influyen en este debilitamiento o micro traumatismos a lo largo del tiempo son la debilidad muscular, errores de entrenamiento, tipo de calzado etc.
Los ingesta de glucocorticoides y quinolones puede causar la degeneración del tendón.
Los corticoesteroides, los cuales son antiinflamatorios, tienen un efecto catabolizador en la homeostasis del tendón, inhibiendo la producción de nuevo tejido de colágeno y formación de proteoglicanos. La inyección de corticoides afecta la biológica del tendón reduciendo la remodelación celular, y así debilitando la estructura del tendón.
Las quinolonas son antibióticos que se utilizan para el tratamiento de infecciones. La ingesta de estos medicamentos puede provocar un efecto toxico en los tendones, inhibiendo el metabolismo del tendón, la proliferación de tenocitos y reduciendo la síntesis de colágeno.
Finalmente, beber mucho y fumar pueden provocar una inflamación crónica los cuales podrían interferir en la homeostasis del tejido.
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